Dos Ataques Paulistas
“Con la experiencia adquirida en los primeros pueblos quedó demostrado que el los significaban el único refugio que los indios guaraníes tenían contra los ataques frecuentes de las tribus indígenas enemigas, contra el trabajo esclavo que representaban as encomiendas, porque los colonos españoles no cumplían las Leyes y sobre todo porque ya a los nueve años de la fundación del primer pueblo en 1609, comenzaron los ataques de las tropas portuguesas de esclavistas de Sao Paulo: en 1618 atacaron y destruyeron el pueble misionero de Jesús María; continuaron los ataques a los pueblos indefensos y una horda de portugueses esclavistas al mando del capitán Raposo Tavares destruyó cuatro pueblos más; los ataques y las destrucciones y la captura de miles de indios para venderlos como esclavos continúe y el capitán Raposo Tavares reaparece para destruir pueblos misioneros ya organizados en el rio Uruguay; los capitanes Días Paes, Antonio Pedroso y Raposo Tavares siguen sus invasiones y masacres, y Riveros arrasa los pueblos misioneros de Itatin, considerados entonces por los portugueses punto estratégicos del camino a Potosí y en la actualidad pertenecientes a Mato Grosso (Brasil). Estos ataques a las indefensas misiones continúan hasta que el P. Antonio Ruiz de Montoya consigue autorización real de Felipe IV para comprar armas y municiones1 y crear las “milicias guaraníes” que son entrenadas por personal del ejército español y Hermanos jesuitas que habían sido militares, llegando a detener los repetidos avances de los portugueses de Sao Paulo, venciéndoles, por fin, en las batallas de 1641 y de 1652, precisamente entre los ríos Uruguay y Paraná.” (p.44)
FRAIRE, Silvio Palacios; ZOFFOLI, Ena. Gloria y tragedia de las Misiones Guaraníes: Historia de las Reducciones Jesuíticas durante los siglos XVII y XVIII en el Río de la Plata. Mensajero, 1991.